43. Gorilas en la Niebla (Jorge y Vivi Ramis)

A Luis no hace mucho que lo conozco. En realidad hace muy poco. Un año y medio aproximadamente; si bien lo había visto un par de veces en el Nautico sin haber hablado demasiado. Lo pintoresco es como “realmente” lo conocí.
Resulta que el susodicho estaba haciendo trabajos en México desde hacia bastante tiempo. Iba y venía de Buenos Aires regularmente. A veces sólo, a veces acompañado. En uno de esos viajes acuerda pasar a visitarnos. Se quedará en casa unos días, que bueno!!!!!! … Qué increible es la vida. En el Nautico casi no teníamos trato y ahora se quedaría unos días en casa. Extraño pero simpático. Me gustó la idea.
Y así es como un día arribó a Fort Worth, Texas, desde El Paso (en realidad la ciudad espejo en México). No recuerdo exactamente cuántos días estuvo pues soy pésimo para eso, pero recuerdo nuestra salida a cenar a Maccaroni Grill en donde había un baño realmente raro (para más detalles pregúntenle a él) y la visita al zoológico donde el gorila nos hizo el gran desplante.
Fueron unos días realmente muy distendidos y agradables. Descubrí un tipo genial que parecía que hacía mucho tiempo que conocía y con el que me sentí francamente bien. Me siento honrado de ser incluido en este regalo y espero poder encontrarme con él en alguna visita a Bs As.
Suerte y feliz cumple. Fuerte abrazo Jorge.


Yo, Viviana, estoy recordando allá por el año 97 o 98, cuando estábamos trabajando en Perez Companc. Ya no sé cuál era el motivo, pero la cosa es que teníamos que ir a trabajar un sábado. Lo interesante era que Jorge tenía torneo de golf, lo que significaba que yo tenía que cuidar a nuestros 4 chicos. Luis por su parte, también estaba con sus - en aquel entonces - 3 hijos. Todos eran chiquitos, los míos un poco más chiquitos, hasta uno con pañales que sin la menor inhibición empezó a "oler" y tuve que ir urgente al hall donde había unos sillones para cambiarle los pañales antes que los demás que estaban en la misma oficina tratando de trabajar murieran tapados por el aroma.
Luis, por suerte, por un buen rato se ocupó de entretener a los 7 chicos. En una oficina aparte, los 7 ubicaditos cada uno en una PC pidiendo ayuda todo el tiempo. Estuvo genial!

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